Estamos viviendo momentos difíciles en la tierra de Israel y en todo el mundo; debemos orar y romper los cielos para que Hashem diga suficiente a lo que está pasando. Nosotros también estamos en guerra, en la guerra espiritual en la que día a día nos quieren vencer. También depende de nosotros la guerra física que se está viviendo en Israel, cada uno en su trinchera apoya a nuestros hermanos. Notemos un punto muy importante que nos dice el Zohar: la cábala depende de la santidad con la cual nos comportemos, le estamos dando fuerza a nuestro pueblo, a nuestro ejército, a nuestros hermanos.
La Perasha de esta semana comienza relacionada a la de la semana pasada en la que acabamos diciendo que Abraham circuncidó a sus hijos esclavos y a todos sus amigos y todos los que tenían contacto con él. En esta semana, Vayerá, se encontró Dios con Abraham Abinu. Dice el baal Haturim, ¿qué relación tiene el final de la pasada al principio de esta Perasha? Abraham Abinu, quien fuera el primer ser humano que se circuncidó, se para en la puerta del Guehinam y todo aquel que tiene Beeit Milán los envía al Gan Edén. Surge la pregunta: ¿y las mujeres? ¿y aquel que le hicieron el Brit Milá pero no se comporta acorde a la moral y a la ética también? Respondo con lo que data en el Talmud: aquel que no se comporta de manera moral, léase con relaciones extramatrimoniales y demás, está incurriendo en la inmoralidad, y no es meritorio del Paraíso.
Nosotros somos un pueblo Kadosh sagrado, y mucho más las mujeres, que son más espirituales que los hombres y por eso debemos cuidar las reglas de recato total, mucho más en tiempos en los que estamos viviendo una libertad o libertinaje asombroso, imposible de entender. Somos descendientes de Abraham y él nos enseñó que todos nosotros mantenemos el mundo, cuidándonos y comportándonos con la santidad, con recato: así vamos a apoyar a nuestros hermanos.
One Kosher te desea Shabat Shalom.