Perashá Nasó nos enseña que el servicio espiritual no está reservado solo para unos pocos. Aunque asigna funciones específicas a los levitas, el Rambam revela una verdad profunda: todo aquel que purifica su corazón y elige consagrarse a una vida elevada puede alcanzar esa misma santidad.
Estudiar estas leyes no es ajeno a nosotros, es una invitación. Una llamada a descubrir que cada persona —sin importar su origen— puede vivir con propósito, disciplina y entrega, como lo hacían los cohanim.
No es un tema del pasado, sino un modelo para el presente: cuando eliges servir con integridad, alejarte del ego y actuar con nobleza, estás caminando en los pasos del santuario.
One Kosher te desea Shabat Shalom.