En la Perashá Ekev (Devarim 7:12 – 11:25) Moshé continúa su discurso al pueblo antes de entrar a la Tierra Prometida y revela un mensaje profundo:
las bendiciones no llegan solo por cumplir “grandes” mitzvot, sino también por cuidar las “pequeñas” que uno podría considerar menos importantes.
Esto enseña que en la vida no siempre son los grandes gestos los que marcan la diferencia, sino la constancia en los actos sencillos. Así como una relación se fortalece con detalles pequeños pero constantes, nuestra conexión con Hashem se construye con mitzvot “cotidianas” hechas con amor y conciencia.
Además, Ekev nos recuerda que la prosperidad puede hacernos olvidar a Quién nos la dio. Moshé advierte: cuando comas, te sacies y vivas en casas cómodas, no digas “mi fuerza y mi mano me dieron todo esto”, sino reconoce que es Hashem quien te da la capacidad de lograrlo.
En pocas palabras: La verdadera grandeza está en la humildad para valorar lo pequeño, la disciplina para hacerlo constante, y la gratitud para no olvidar de dónde viene la bendición.
One Kosher te desea Shabat Shalom.