Estamos en vísperas de Shabat Vayetze. Faltan dos semanas para Janucá, la fiesta de los milagros. Ya comenzamos a verlos, cuando ya varias familias en Israel que se están reencontrando con sus seres queridos.
Pronto tendremos la buena noticia de que se acabe la guerra y todas sus consecuencias pero para eso necesitamos, entre otras cosas, el mensaje que nos envía Rashi en esta Perasha: Yaacob Abinu sale desde Beer Sheva en dirección a Jaran, la ciudad de Laban, para contraer allí nupcias. Antes hace una escala, un poco larga… de 14 años, en la Yeshiva de Shem y de Ever para prepararse a enfrentar a Laban. Estudio la Torá todos esos años sin acostarse en una cama, solo dormitaba sentado y seguía adelante.
Cuando pasó por Yerushalaim, en el lugar sagrado del Santuario, decidió acostarse por primera vez. Cuenta Rashi que habían en ese lugar 12 piedras, como las tribus de Israel, y que sus propios hijos se peleaban entre ellos porque cada uno deseaba que Yaacob descansara su cabeza en su piedra. Hashem hizo un milagro y se unieron todas las piedras formando una sola roca donde Yaacob apoyó su cabeza. Surge la pregunta: ¿por qué dejaron de pelear? Si al fin Yaacob iba a apoyar su cabeza en un lado de la roca que correspondía a una de ellas? La respuesta es que cuando hay desunión hay pleito, pero una vez que ya estaban todas unidas ya no discutían más. Cuando hay unión es una sola cosa. Cuando estamos unidos nadie puede contra nosotros. Hace unos meses reinaba una división en Israel. Todos contra todos. Allí nos pudieron atacar. Pero hoy, lamentablemente por los sucesos acaecidos, ya estamos todos unidos, religiosos o no, israelíes y extranjeros, ashkenazim y sefaradim, TODOS unidos con un mismo fin: la paz, el sosiego en Israel, el amor mutuo, la empatía, la voluntad de vivir todos tranquilos en esta tierra sagrada y maravillosa. No hay otra igual.
Recemos juntos para que se acabe esta pesadilla. Y pronto estaremos todos como un solo hombre y una sola mujer en Yerushalaim reconstruida, amén. One Kosher te desea Shabat Shalom.