En esta Perasha “Tazria”, la Torah relata sobre aquella mujer que da a luz, las que reglas tiene que cumplir e inmediatamente trata sobre las leyes del leproso y como se impurifica. La pregunta que resalta es ¿qué relación tienen estos temas para haber sido considerados uno junto al otro ?
Dar a luz a un bebé, ya sea varón o niña, es un milagro de la vida. La llegada de un nuevo miembro a la familia es motivo de alegría y celebración. En cuanto a la purificación después del parto, la Torah detalla en cuanto a los días requeridos para un varón y una mujer. Lo importante es cuidar la salud y el bienestar de la madre y el bebé durante este periodo.
Por otro lado, hablar mal de otros nunca conduce a nada bueno. Cuando alguien se enferma, como en el caso de la lepra, es esencial brindar apoyo y comprensión en lugar de hacer comentarios negativos. La purificación en este contexto implica compasión y solidaridad, no solo para el enfermo, sino también para quienes lo rodean.
La relación entre estos dos temas radica en la importancia de cultivar un ambiente de amor y respeto en el hogar. Las acciones y palabras de los padres influyen en la atmósfera familiar. Fomentar la bondad y la empatía en el hogar crea un entorno positivo donde todos pueden crecer y florecer. Al hacerlo predicando con el ejemplo, los padres fomentarán en los hijos una herramienta valiosa para toda la vida basada en el respeto a sus semejantes.
One Kosher te desea Shabat Shalom.