En esta parashá, al final del capítulo 10, nos dice la Torah que setenta almas bajaron a Egipto. Esto realmente ya estaba escrito anteriormente en la Torah, ¿por qué lo repite ahora Moshe Rabenu? Es un principio fundamental en el judaísmo que el pueblo de Israel se hizo en Egipto a partir de setenta “pilares”.
HASHEM cuando creó el mundo, lo formó con setenta pueblos, es decir con setenta raíces de donde sale cada pueblo, y cada pueblo tiene un ministro, un ángel, que es el encargado de protegerlo y de darle también su propia característica.
Cuando el pueblo de Israel se formó, ya estaban en el mundo esos setenta pueblos, y podemos suponer que no había lugar para otro pueblo. Ahora, si ustedes se preguntan, ¿cómo hay hoy más de setenta pueblos?, la respuesta es que sólo hay setenta y muchos de los que llamamos pueblos son simplemente ramificaciones de uno de estos pueblos.
De esto podemos entender que para el pueblo de Israel pudiera tener lugar en el mundo, era necesario cambiar la realidad que se había establecido desde la creación, y esto es simplemente imposible, por lo cual realmente el pueblo judío no tiene lugar entre las setenta naciones.
Pero ¿cómo es eso que desde el comienzo de la creación ya estaba programado el pueblo de Israel? ¿y debemos entender por qué no es parte de estas setenta naciones?
El hecho que el pueblo de Israel está compuesto por setenta pilares, es la clave para entender nuestro enigma. Somos un pueblo que está formado de un poco de cada pueblo, y para esto si había lugar, por cuanto que no hay un ángel o un ministro que está sobre nosotros: ni más ni menos HASHEM YITBARAJ es el que nos supervisa y nos protege.
Pero esto es mucho más profundo de lo que nos podemos imaginar, por ejemplo, esto representa dos opuestos que están siempre presentes en el mundo, la justicia y la misericordia, que en lenguaje hebreo se llaman din y jesed. Din es la fuerza que desmorona todas las estructuras y las separa en unidades, y la otra, jesed, es la fuerza que las une.
También otra razón por la cual tenemos un poco de cada pueblo es por las GALUYOT –diásporas–, y esto es para que de esta manera tengamos un común con cada pueblo donde nos destine HASHEM para pagar por nuestras faltas, y así sea más fácil la convivencia en la diáspora. (El Maharal explica que el pueblo judío es como el agua, no tiene una forma fija, se acomoda a la forma que lo circunda).
También podemos entender de esto lo que nos enseñaron nuestros sabios, que cuando un yehudi cumple mitzvot, sube muy alto, un lugar donde no pueden llegar los gentiles, ya que un yehudi tiene pedacitos de todos y cada uno de esos pedacitos en su potencial lo hacen comparativamente poseedor de todas las cualidades. En cambio cuando un yehudi no cumple las mitzvot, entonces llega a estar más bajo que cualquier gentil, ya que el judío no puede estar vacio de mitzvot.
De esto también podemos entender que cuando un yehudi no cumple con las mitzvot, y aún siendo así, triunfa y progresa en cualquier ámbito, lo que esta haciendo es tomar lo que no le corresponde, ya que tomó lo que le corresponde a los gentiles. Y si piensan un minuto verán que es esto exactamente el origen del odio que se le tiene al judío, lo que hoy se le llama antisemitismo, ¡nos acusan de haber tomado lo que no es nuestro!
Y la historia nos ha demostrado con creces este principio. Cada vez que nosotros abandonamos el camino de la Torah y queremos ser parte de la sociedad gentil, el antisemitismo aumenta a niveles tales que ha provocado lo que pasó en España hace quinientos años y lo que pasó en Europa hace setenta años. Y es lo que esta pasando hoy en día, en estos precisos momentos en varios países del mundo.
El mundo realmente quiere a los yehudim, pero sólo cuando los yehudim se comportan como yehudim, y la razón es porque la abundancia que HASHEM manda al mundo, llega a través de los yehudim que cuidan las mitzvot, y por nuestros setenta canales, se esparcen a todo el resto del mundo.
Cuando uno reclama que hay mucho antisemitismo en el mundo, que analice su propio proceder si es acorde a nuestros antepasados. De esa manera tendremos Shalom eterno.
One Kosher te desea Shabat Shalom.