¿Qué puerta necesita una Mezuzá?
Hoy en día, la costumbre es poner una mezuzá en la mayoría de las puertas que la gente usa. Por lo tanto, un hogar judío tiene mezuzot en todas las puertas de entrada, en la terraza, en los dormitorios, el living, la sala de juegos, el garaje (si es usado para almacenamiento y no sólo para autos), el lavadero, etc.
Un baño no lleva mezuzá. Los armarios y otros lugares pequeños que no son lo suficientemente grandes como para desarrollar una actividad en ellos no necesitan mezuzá (aunque algunas autoridades las exigen de todos modos).
En Israel, todos los edificios públicos – restaurantes, oficinas gubernamentales, hoteles, etc. – tienen una mezuzá en cada puerta (a excepción de los baños).
Cuando un judío y un no judío comparten una casa, si cada uno tiene un área o cuarto propio designado, entonces no se pone una mezuzá en la puerta de entrada proncipal (Ramó I.D: 286:1 con Piskei Teshuvá 3).
Cuando nos mudamos a una casa nueva, deberíamos poner la mezuzá inmediatamente. Si sólo estás alquilando, y la casa o el departamento está ubicado en la diáspora, entonces la mezuzá se puede poner dentro de los primeros treinta días.
Cuando nos vamos de una casa – y el ocupante siguiente también es judío – quitar las mezuzot se considera irrespetuoso. Pero dado que hay un costo importante de por medio (porque una casa podría tener muchas mezuzot), es apropiado que el nuevo ocupante pague las mezuzot, o que ofrezca poner las suyas.
¿Cuáles son las especificaciones técnicas?
De acuerdo al Talmud (Iomá 11, Sucá 3b), las siguientes condiciones obligan a que un cuarto tenga mezuzá:
- El cuarto debe tener al menos 4 codos por 4 codos (unos cuatro metros cuadrados).
- La entrada debe tener dos marcos y un dintel, y la entrada debería tener al menos 10 puños de alto (unos 80-100 cm). Si el lado derecho de la entrada está empotrado en la pared, o si la parte de arriba está empotrada con el cielorraso, entonces no hace falta mezuzá.
- El cuarto no debe ser sagrado. Esto excluye una sinagoga, que es sagrada (Dado que nuestras sinagogas de hoy en día tienen también una oficina, un hall social, etc., entonces sí hace falta una mezuzá).
- El cuarto debe ser utilizado para la ocupación humana (lo que excluye por ejemplo a un establo), y para la ocupación permanente (lo que excluye por ejemplo a una sucá).
- El cuarto debe estar hecho para una ocupación digna (lo que excluye por ejemplo a un baño).
¡Listo para enrollar!
Una vez que tienes una mezuzá, así es como la enrollas: Pon el pergamino frente a ti de manera que el texto del “Shemá” esté frente a ti.
La mezuzá se enrolla, no se dobla. Comienza a enrollar desde el lado izquierdo (es decir, desde el final del texto hebreo), de manera que las palabras estén del lado de adentro.
Ten cuidado de enrollar suavemente sin arrugar el pergamino. Rasgar cualquier parte de la tinta hace que la mezuzá sea inválida.
La mezuzá enrollada es envuelta en un cobertor de protección, que envuelve solamente el exterior de la misma (es decir, no entre el enrollado). Lo mejor es envolver el pergamino en un material que respire, como papel de cera. El envoltorio plástico hace que el pergamino transpire, lo que puede destruir las letras, especialmente si la mezuzá es colocada afuera (envolver la mezuzá no es un requerimiento; por razones estéticas puede que prefieras dejarla desenvuelta cuando la caja es de un material que deja ver el interior, como el vidrio).
Ubicación perfecta
Cuando ponemos la mezuzá en la caja o en la pared, asegúrate que la palabra hebrea “Sha-dai”, que está escrita detrás del pergamino, esté mirando hacia afuera (es decir, hacia la entrada una vez que la mezuzá está fijada). Además, ¡Asegúrate que la mezuzá no esté de cabeza!
La mezuzá debería estar ubicada en la jamba de la derecha – es decir, en el lado derecho de la puerta cuando entras a la habitación. El Talmud aprende esto de la palabra “tu casa” (beiteja), que puede ser convertida en “tu entrar” (biatja).
¿A qué altura en la jamba? La mezuzá debería estar ubicada en la parte más baja del tercio superior de la jamba – aproximadamente a la altura del hombro (El Talmud compara esto con el Tefilín, que se pone en la parte superior del brazo).
¿En qué ángulo? La costumbre askenazí es poner la mezuzá con una pequeña inclinación, con la parte superior señalando hacia el interior de la habitación cuando entras. La costumbre sefaradí es ubicar la mezuzá verticalmente (Si la jamba es demasiado angosta como para permitir una inclinación, los askenazim también la ponen de forma vertical).
Si la puerta es ancha, la mezuzá debería ser puesta en la jamba dentro de los primeros 7,5 centímetros de la entrada. Si la puerta es poco profunda, es decir, si no es posible poner la mezuzá en el marco mismo, entonces la mezuzá se pone en la parte exterior del marco, a menos de 7,5 centímetros del marco.
La mezuzá debería quedar fijada de forma permanente, con pegamento, clavos o tornillos. La cinta adhesiva caería con mucha facilidad si es golpeada, por lo que es considerada demasiado temporaria para que se considere que la mezuzá quedó “fijada”. Por la misma razón, el velcro y los imanes no pueden ser utilizados.
La mezuzá debe ser fijada tanto en su parte superior como en su parte inferior. Cuando se usa cinta esponjosa con pegamento en ambos lados, utiliza un pedazo largo que llegue de arriba abajo en la caja de la mezuzá, o utiliza dos piezas, una arriba y la otra abajo.
Un pegamento fuerte o cinta con pegamento en ambos lados sólo se permite si la caja se abre desde arriba o desde abajo. Si la caja se abre desde atrás, entones sólo se considerará que ha sido “fijada” la tapa posterior de la caja, pero no la sección hueca que contiene la mezuzá. Por lo tanto, una caja que se abra desde atrás debe ser fijada con clavos o tornillos (si esa opción no existe, uno puede utilizar cinta para sellar la tapa de la caja al cuerpo principal, y luego ponerla como una unidad).
Recitando la bendición
Antes de recitar la bendición, la caja con la mezuzá en su interior deberá ser sostenida contra la jamba – lista para poner el primer tornillo o clavo. Si se usa pegamento o cinta esponjosa, estate preparado para fijar firmemente la caja en la jamba inmediatamente después de completar la bendición.
Una vez que la mezuzá esté en posición, pero antes de fijarla a la puerta, se recita la siguiente bendición:
Baruj Atá Adonai,
Eloheinu Melej ha’olam
asher kideshanu be’mitzvotav
vetzivanu likboa mezuzá
Bendito eres Tú, Hashem,
Dios nuestro, Rey el universo
que nos ha santificado con Sus preceptos
y nos ha ordenado colocar una mezuzá.
Si estás poniendo muchas mezuzot al mismo tiempo, se recita sólo una bendición por la primera mezuzá – usualmente la de la puerta de entrada. Cuando hagas la bendición, piensa en las mezuzot que pondrás después, y trata de no hacer ninguna interrupción hasta que estén todas fijadas.