El tema de “levantar los ojos y ver” aparece en varios lugares de la Perashá VaYera. Se describe a Avraham como alguien que vió de esta manera, mientras que otros en la perashá no observaron las cosas correctamente. Sentado fuera de su tienda en el calor del día, Avraham decide levantar los ojos para ver a los posibles invitados. Además, años más tarde, cuando Avraham viaja a la sacrificar a Izjak, vuelve a levantar los ojos y observa Har Hamoriya desde la distancia. ¿Qué significa no sólo ver sino también levantar los ojos para ver?
Podemos apreciar la manera en que Avraham observó las cosas al contrastar esto con otros en la perashá que no vieron señalando que después de ver Har Hamoriya desde lejos, Avraham se dirige a Eliezer y Ishmael y les ordena que se queden atrás mientras él y Izjak se dirigen hacia la montaña. Avraham vió una nube de gloria que se cernía sobre la montaña, mientras que Eliezer y Ishmael no vieron nada. Algo especial puede estar presente, pero si uno no “levanta los ojos” y lo busca, puede que nunca lo note. Avraham buscó activamente la espiritualidad y así mereció ver la Presencia Divina.
Buscar oportunidades para “levantar los ojos” no sólo es importante para buscar a Hashem, sino que también es fundamental para desarrollar nuestras relaciones con el prójimo. En esta área, Avraham también sobresale y busca activamente oportunidades para realizar actos Jesed (favor al prójimo) A pesar de recuperarse de su brit mila a la edad de noventa y nueve años, busca con entusiasmo a los invitados a pesar del intenso calor del día. A diferencia de cuando Avraham “levanta los ojos” y ve a los posibles invitados, Agar (su segunda esposa de origen egipcio) también se encuentra en una situación en la que puede realizar un gran Jesed. Su hijo, Ishmael, está enfermo y necesita mucho de sus cuidados. En lugar de consolar a su hijo que sufre, se distancia deliberadamente diciendo: “No quiero verlo morir”. Agar no había aprendido de Avraham sobre cómo buscar oportunidades para realizar jesed. Más bien, eligió cerrar los ojos e ignorar la terrible situación que se presentaba.
No es casualidad que Ishmael no viera la Presencia Divina cuando estaba ante Har Hamoriya. No había aprendido de su padre a aprovechar la oportunidad y buscarla. Más bien, siguió el camino de su madre, el ejemplo de Agar de alejarse.
Como descendientes de Avraham Avinu, debemos seguir su legado de siempre “levantar los ojos” y encontrar formas de conectarnos con Hashem y con nuestro prójimo. Al buscar activamente el crecimiento espiritual, mereceremos que Hashem nos mire también a nosotros. En la culminación de la Akeda( el posible sacrificio de Izjak), Avraham nombra el mismo lugar que luego albergaría el Beis Hamikdash: “Hashem verá”. Que pronto merezcamos el cumplimiento de la profecía de Yeshayahu, “Alza tus ojos y ve que tus hijos se han reunido para venir a ti”. Anhelamos ver el día en que el lugar en el que Hashem ve nos sirva de nuevo como vehículo para ver Su presencia y nos inspire a seguir Sus caminos otorgando ayuda y Jesed a los demás.
One Kosher te desea Shabat Shalom.