Shabat Shalom Perashat Baishlaj. Que sean estas palabras para bien de nuestros hermanos secuestrados y heridos de Israel y que pronto Hashem acabe con nuestros enemigos y reine la paz absoluta.
Yaacob Abinu le reza a Hashem para que lo proteja de Esav. Le agradece por todos los favores recibidos hasta ese momento, expresando no ser merecedor a ellos. Comenta que cuando fue hacia Jaran, cruzó el Río Jordán con sólo un palo en la mano, sin ropa para vestir ni pan para comer.
Nos cuentan nuestros sabios que en el trayecto en el que estaba escapando de Esav, éste mandó a su hijo Elifaz a que lo matara en venganza por el robo de las Berajot. Elifaz era compañero de estudio de Yaacob, ambos estudiaban con Itzjak Abinu. Cuando Elifaz encuentra a Yaacob, le pide disculpas porque lo va a tener que matar ya que es una orden de su padre y es un precepto muy importante (Kibud Av Vaem: respetar a los padres). Yaacob le da una idea: dicen los Jajamim que un paupérrimo se considera como muerto, así es que mejor podría quitarle todas sus pertenencias y así cumpliría con su Padre y también lo dejaría vivir. Eso fue lo que hizo Elifaz.
Y la pregunta está a la vista: ¿acaso hay que escuchar a un padre cuando ordena asesinar a un ser humano? ¿Acaso no sabía Elifaz que asesinar es mucho más grave que no acatar la orden de su padre?
La persona que no tiene buenas bases, como Elifaz, que tiene los mismos genes que su papá y desea matar al otro, está lleno de contradicciones y busca pretextos para hacer el mal. Es como por ejemplo Hitler, imáj shemó; su crueldad contra los seres humanos era infinita pero tenía piedad de su perro u otros animales. La contradicción es fruto de la autojustificación del ser humano cuando no tiene una educación bien estable. La persona puede vivir una vida llena de contradicciones, estar bien con Hashem y con el diablo como Esav y Elifaz. Por un lado, el respeto a sus padres era lo máximo pero por el otro, ignoran el resultado.
También nosotros a veces lo hacemos: podemos y queremos ir en Shabat al Bet Hakeneset, pero no importa si lo transgredemos viajando en coche, por ejemplo. No nos contradigamos, hagamos lo que Hashem nos dice.
One Kosher te desea Shabat Shalom.