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Construyamos nuevamente el templo

El próximo jueves (miércoles en la noche) será el ayuno de Tisha ve Av, el 9 del mes de Av (si es que no llega el Mashiaj antes). El día de duelo internacional dónde recordamos la destrucción de los dos templos de Jerusalem al igual que muchas otras tragedias históricas como el Holocausto. Los Jajamim nos instruyeron como sentir y demostrar la importancia del que fuera el gran Bet Hamikdash; sin él no tenemos de donde succionar todos las bendiciones y milagros que existían, así como el temor verdadero hacia el Creador. Nuestros Sabios nos han enseñado que la raíz de todos nuestros sufrimientos está justamente en la destrucción del Templo, pero es que no es el edificio en sí lo que nos entristece, sino que ahí era el lugar de la Presencia Divina que, desde hace 1955 años, nos ha dejado. El motivo, dicen nuestros sabios, es el Sinat Jinam. Odio gratis, el ben adam lajavero, el comportamiento mutuo entre nosotros. Mientras no corrijamos el error no se va a construir nuevamente el Templo. Y como dice el Talmud: Toda generación que no se construyo el Santuario es como si fuera que se destruyó en sus días. O sea que si hubiese estado en su lugar, se hubiera destruido. No es por falta de ejército, dinero, ingenieros o material, es porque mientras no haya armonía y respeto entre nosotros, D-s dice: Mi Presencia no tiene lugar en el mundo.

Es menester de cada uno de nosotros tratar de cambiar ese concepto. Es necesario comenzar a dar un paso adelante a la construcción: simplemente no hablar mal del otro, cuidar nuestras lenguas y nuestras actitudes. No críticas, no venganza, no palabras hirientes. ¡Éste año (la semana próxima) vamos a construirlo! Más paciencia, más juzgar favorablemente, más Jesed. Ya que es hora de ponernos a trabajar para poner nuestro granito de arena para el Bet Hamikdash. Si cada uno va a cambiar, en algo lo vamos a lograr, b’h. Y recordamos que todo el que siente el luto de Yerrushalaim será meritorio del mashiaj tzidkenu bimherq beyamenu.

Amen.

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